lunes, 26 de octubre de 2009

Subliminal...


Intervención artística de Agencia Nacional de Seguridad Vial, en el espacio multiuso de la Capilla Stella Maris, ombligo de la costanera.
Auspiciado por el creativo, Ministerio del Interior que nos dice. Cumplir la ley Salva vidas, mas arriba se lee, Yo soy el camino...
La rifa del auto, números en venta.

viernes, 16 de octubre de 2009

Condenados.


Juan Antonio Beltrametti y Carlos Humberto Caggiano Tedesco, fueron condenados a prisión perpetua por los delitos de privación ilegítima de la libertad, tortura y muerte.
Eran responsables del área 232 del Ejército en la provincia de Misiones.

La angustia y el horror ,guardados por años de sus familiares fue el desahogo final, acompañados de quienes creen en esos ideales, de seguir luchando por una sociedad mas justa, solidaria y humana.

La ausencia de la sociedad y las autoridades, que tanto pregonan nuestros derechos,que son nuestros y no deben usarse para campañas publicitarias, colocar pasacalles anunciando agrupaciones, que nunca están o una banderita atada a la reja, mientras la ausencia masiva de todos ellos es una verguenza,cierto no había choripan ni coca, o algún plancito,o sera porque todos eran "zurditos".

lunes, 12 de octubre de 2009

Dia "D".


Valdivia quiso regresar.
Fué tarde.
Llegó Lautaro en traje de relámpago.

Siguió el Conquistador acongojado.
Se abrió paso en las húmedas marañas
del crepúsculo austral.

Llegó Lautaro
en galope negro de caballos.

La fatiga y la muerte conducían
la tropa de Valdivia en el follaje.

Se acercaban las lanzas de Lautaro.

Entre los muertos y las hojas iba
como un túnel Pedro de Valdivia.

En las tinieblas llegaba Lautaro.

Pensó en Extremadura pedregosa,
en el dorado aceite, en la cocina,
en el jazmín dejado en ultramar.

Reconoció el aullido de Lautaro.

Las ovejas, las duras alquerias,
los muros blancos, la tarde extremeña

Sobrevino la noche de Lautaro.

Sus capitanes tambaleaban ebrios
de sangre, noche y lluvia hacia el regreso.

Palpitaban ls flechas de Lautaro.

De tumbo en tumbo la capitanía
iba retrocediendo desangrada.

Ya se tocaba el pecho de Lautaro

Valdivia vió venir la luz, la aurora,
tal vez la vida, el mar.

Era Lautaro.

P. Neruda.

(Canto General)