Y así se pone en crisis
la ambulatoria duplicidad de cuanto existe.
El esfuerzo de ser uno
encuentra su descanso
en el esfuerzo de ser dos.
Y sólo entonces
dos es más que uno.
O quizás
más que ninguno.
un mundo en pequeños cuadros que se desprenden de mi cámara. fragmentos de realidades cotidianas y no tanto. lo que quizá es silencioso, imperceptible y está latente. con mi denuncia y sarcasmo: este es mi andén.