lunes, 25 de marzo de 2013

Ellas

Qué terriblemente hermosa es una madre del pueblo,
crucificada y coronada por ávidas raíces,
apagada y encendida en sus frutos recientes,

terminada y agrandada por sus nuevos caminos.

Qué túnica de amor para el dolor más grande.
Qué luna de arpillera para la pobreza más negra. 
Qué joya de abnegación para la mano más sola.
Qué collar de alegría para la casa sin fiesta.


         (Texto Efrain Barquero)

No hay comentarios: